Fiscalidad-fondos-de-inversión

 

Los fondos de inversión disponen de una fiscalidad muy interesante. La razón es que el dinero invertido se puede cambiar de fondo de inversión con un traspaso, que no una venta y no se produce una plusvalía por la que haya que tributar sino que el dinero ganado y su historial pasa al nuevo fondo. Eso permite pasar de un fondo de acciones por ejemplo a un fondo monetario y posteriormente a otro fondo... y así indefinidamente sin pagar impuestos.

Entonces no se pagan impuestos nunca?

Si se pagan impuestos pero sólo si se quiere recuperar el dinero. Mientras el capital está invertido en un fondo u otro, sólo es necesario hacer traspasos de fondo que no tributan, pero la plusvalía o minusvalía se anota de forma que el día que se quiera reembolsar una parte o todo el capital, se va a tributar por la parte vendida o reembolsada y por el importe de la plusvalía acumulada desde el comienzo al tipo de gravamen correspondiente, aplicándose la escala de gravamen. Actualmente por los incrementos de patrimonio se tributa en función de una escala que va del 19 al 21%. En todo caso, esto es una fiscalidad muy ventajosa por la posibilidad de diferir el momento del pago de impuestos por plusvalías siempre que no necesitemos el dinero invertido en fondos de inversion.

 

Para el ahorrador particular, esto supone una gran ventaja sobre los depósitos bancarios o las cuentas bancarias de alta rentabilidad.